Crisis institucional de las democracias



En 1914, a la vez que se produce el estallido de la Primera Guerra Mundial, los regímenes democráticos se asientan en un grupo reducido de países, en especial los futuros vencedores. 

En Italia supuso un triunfo el régimen totalitario debido a la situación que dejó la posguerra, además de la frustración de grupos nacionalistas.

La política económica del fascismo italiano se caracterizó por la autarquía y la política intervencionista del Estado. A mediados de los años 30, la dictadura fascista esta asentada, pero la tradicional debilidad económica de Italia no se superó.

Mientras tanto en Alemania, tras la Primera Guerra Mundial, se crearon las condiciones favorables para el desarrollo de un nacionalismo antiparlamentario y agresivo. 
Hitler convierte el régimen democrático alemán en una dictadura. Se lleva a cabo una política económica con el fin de acabar con el paro. 
El régimen lleva a cabo una línea intervencionista encaminada a la autarquía mediante el aumento de la producción nacional y la limitación de las importaciones. 

Y en la URSS tras la muerte de Lenin en 1924, Stalin se convierte en dictador. El estalinismo trajo la consolidación del socialismo en la URSS.
Para impulsar la economía, de idearon planes quinquenales. Realizó la colectivización de la propiedad de la tierra e invirtió el beneficio agrícola en el desarrollo de la industria pesada. La URSS se convirtió en una gran potencia económica mundial.

La Gran Depresión fue un fenómeno global, pero el mundo no estaba tan globalizado como el actual. Las consecuencias que tuvo, sacudieron los cimientos de las democracias liberales y estuvieron detrás del ascenso de los fascismos en Europa, un continente que, tras la Primera Guerra Mundial, no había participado del boom económico de Estados Unidos. 

Los países europeos, tras la Gran Guerra, gestionaban una situación económica delicada, aunque más en unos casos que en otros. En ese contexto, la sacudida económica y social de los años 30, creó un terreno abonado para los fascismos.

Los países capitalistas caerían en el negro pozo de la depresión, mientras que la URSS, alcanzaría las más altas cotas en industria y desarrollo, pero también en bienestar social, educación y calidad de vida.

Luna Toro

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